sábado, 25 de febrero de 2012

EL HIERRO Y YO, UNA RELACIÓN IMPOSIBLE.

Son muchos los días que llevo sin escribir y la vedad es que el motivo era yo y solo yo, necesitaba centrarme en mi misma para solucionar algún que otro tema que sigo sin resolver y a la vez sin aprender de él. Así que os cuento por encima como han sido estas tres últimas semanas de febrero.

Desde principios de este mes he intentado ponerme las pilas con los entrenos, pensando en el Half de Valencia, pero la verdad es que hasta el momento no está habiendo éxito de ninguna manera.

La estructura de mis entrenos acostumbra a ser siempre la misma, con alguna excepción; si hay alguna competición a la vista disminuyendo volumen y aumentando un poco intensidad para llegar al 100% o simplemente después de una competición donde la finalidad de los entrenos es recuperar bien para seguir con normalidad las sección de las tres modalidades o más bien dicho las cuatro si contamos el gym. 



Semana tipo de estas tres últimas semanas de febrero:

Lunes, primer día de la semana, me siento cansada del domingo pero con ganas de entrenar, así que una sesión larga y fácil en la piscina (3.500 o 4.000 depende del día) y una sesión de carrera a pie (1hora) con algún cambio de ritmo corto para activar las piernas.

Martes, segundo día de la semana, salida en bici por la tarde (después del trabajo) con algún cambio de ritmo, unas 2 horas o 2h30’ dependiendo del frio y de las horas de sol. Mis sensaciones van siendo buenas, pero en los repechos o al poner plato grande durante un buen rato mis piernas están quemando como si llevase muchas horas encima de la bici.

Miércoles, me cuesta levantarme a las 6h de la mañana para ir a trabajar pero… me levanto, claro. Hoy después de la jornada laboral toca entreno duro: series nadando y carrera a pie y terminando con una sesión de pesas, no hay excusa que valga jejeje. Al final del día estoy muy cansada, con un dolor de piernas constante que noto al caminar y más al subir escaleras. Supongo que es normal pero lo que no es tan normal es que después de un par de horitas de haber terminado con el entreno sigo agotada como si no me recuperase, sin fuerzas.

Jueves, no me puedo levantar de la cama, no soy persona hasta que no me tomo mi café bien cargadito. A la tarde toca salida de bici fácil, fácil, fácil… para recuperar del miércoles pero la verdad es que termino más cansada de lo que he salido así que como no me aguanto de pie, me salto la sesión de agua (unos 2.000m fáciles)… mal vamos…

Viernes, último día de la semana, deseando el fin de semana para poder descansar y recuperar. Es el día que estoy más out, así que hago la sesión de gym, concretamente Pilates, y me olvido de las sesiones de piscina 3.500m y la tirada larga, 1h20’ de carrera a pie. No tengo fuerzas para nada, solo espero que llegue la hora de irse a la cama y descansar.

Sábado, primer día de la semana no laboral para dormir más de 7h, hoy toca nadar unos 4000m y salir a rodar en bici un 2h 30’. Tengo que decir que el sábado ya llego sin fuerzas, mi cuerpo me pide descanso y esto es lo que le doy. Intento hacer al menos una sesión, para no saltarme todo el entreno, aun así me cuesta mucho.

Domingo, el día de la T2, es el día que se tiene que aprovechar para hacer tirada larga en bici unas 3h o más y salir a trotar 1h, ya que entre semana no hay tiempo. Cuando estoy en forma, los domingos son los días que más disfruto y que más me gustan, pues son días de acumular kms a ritmos medios y acabo muy bien; de hecho siempre he dicho que me gusta más la larga distancia, jejeje. Esta temporada se puede decir que solo he hecho un par de transiciones debido al frio o porque me había quedado sin pilas, que horror.


En definitiva estas han sido mis tres últimas semanitas, las he analizado y he buscado respuesta por este desorden en los entrenos: falta de sacrificio, poca motivación, sin ilusión, sin ganas de entrenar ni competir… y la verdad es que no saqué nada claro de lo que estaba pasando hasta que ayer me dieron el resultado de los análisis de sangre: otra vez baja de todo, baja de leucocitos, baja de hemoglobina, baja de hematocritos, baja de ferritina… en definitiva con anemia ferropénica otra vez.

La verdad es que por mucho que me controle mi cuerpo tiene tendencia a un déficit de hierro. Por las pruebas hechas y según los médicos mi cuerpo no absorbe o absorbe muy poco el hierro de los alimentos o suplementos de hierro vía oral. Si a todo esto le sumamos una jornada laboral más los entrenos, mi cuerpo gasta más de lo que puede absorber. Así que toca cuidarse y tener paciencia.

La semana que viene se disputará el Campeonato de España de Media Distancia en Valencia, la verdad es que tenía muchas ganas, pero no podrá ser, tendré que buscar dónde me puedo sacar esta espinita que me queda clavada.




Continuará…

domingo, 5 de febrero de 2012

EVOLUCIONANDO.

Hoy toca hacer un pequeño recorrido con mi máquina del tiempo para reflexionar y analizar sobre el tema de la motivación, cosa que me preocupa porque se puede decir que la he perdido un poco.

Sin ir más lejos voy dos semanas atrás en el tiempo y recuerdo que mis entrenos eran buenos, tenía ganas de entrenar; de tirarme a la piscina y luchar con ese pequeño reloj de cuatro colores que solo hace que girar, subirme a la bici y buscar recorridos duros para sufrir y subir de pulsaciones rápido durante un largo rato o simplemente salir a correr y ver que mis molestias en el isquio van a menos y poder hacer algún pequeño cambio de ritmo en la pista. Tenía ganas de entrenar día tras día para superarme cada día, notar sensaciones nuevas y sobretodo conocer tus límites y dificultades a la hora de entrenar, para poner solución en la modalidad que más flaqueo y así para poder hacerme más fuerte y con más confianza conmigo misma.

Durante estas dos últimas semanas mis sensaciones eran todo lo contrario, no había ganas de nada y el gran problema estaba dentro de mi pequeña cabeza: no fui lo suficientemente fuerte para afrontar un problema familiar que me pasó factura psicológicamente y todo lo que esto conlleva. Sé que me está costando pero después de analizarlo desde diferentes puntos de vista y darle la vuelta a la cuestión puedo decir que estoy evolucionando, como diría Darwin: me echo un poquito más fuerte de lo que era para poder afrontar una vida donde cada día es más difícil sobrevivir en todos las aspectos y nos lo tenemos que poner lo más fácil posible para poder tirar hacia delante y sobrevivir en este mundo tan grande.

En definitiva, esta semana he empezado con los entrenos más en serio ya que solo me queda un mes para el Campeonato de España de Media Distancia de Valencia, así que tendré que entrenar duro, pensando en positivo y mirar hacia delante y nunca hacia atrás.

Por último solo decir que cada día tengo más claro que la cabeza es la que manda por encima de tu cuerpo y que se tiene que entrenar la mente con la misma dureza que el cuerpo, para no venirte a bajo, para no rendirte nunca, para estar siempre motivada en todo aquello que te propongas: siempre que haya un esfuerzo y sacrificio podremos logar el éxito y la felicidad.

Continuará...